Ruta de tapas y pintxos en Palma de Mallorca: los 10 bares imprescindibles

Palma de Mallorca: sabor mediterráneo y pasión por el tapeo

Palma de Mallorca, la joya del Mediterráneo, no solo conquista por sus playas y su casco antiguo lleno de historia, sino también por una gastronomía que es puro carácter balear. Aquí, la cultura del tapeo se vive con intensidad y alegría, mezclando recetas tradicionales con un toque de creatividad que sorprende a cada paso.

Si te apetece una ruta de tapas, lo mejor es perderse por las calles del centro, especialmente en zonas como La Llotja-Born, Santa Catalina y el entorno de la Plaza Mayor. Estos barrios están repletos de bares donde el ambiente es tan protagonista como el sabor. Y si buscas una experiencia más local, acércate a Bons Aires o explora los alrededores del Paseo Mallorca, donde la mezcla de vermuterías, tabernas y bares de toda la vida te hará sentir como en casa.

En Palma, lo típico es pedir varias tapas para compartir y dejarse llevar por los aromas del pa amb oli, las croquetas, los calamares a la andaluza o el imprescindible variat mallorquín. Así que, prepárate para disfrutar de una ruta de tapeo que te hará querer volver una y otra vez.

Los 10 mejores bares de tapas y pintxos de Palma de Mallorca

Aquí tienes una selección de los bares más recomendados, ordenados de menos a más imprescindible según opiniones, ambiente y esas tapas que hacen que la gente repita una y otra vez.

La Pérgola

Un clásico para quienes buscan un tapeo relajado cerca del Castillo de Bellver. La Pérgola es famosa por su terraza soleada y su ambiente familiar, perfecto para ir con amigos o en pareja. Sus bombitas y el pincho de tortilla son de los más aclamados, pero tampoco te puedes perder sus bravas y las tapas de pescado fresco. El servicio es cercano y, aunque a veces hay que esperar un poco, la espera merece la pena por la calidad y el precio.
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La Botana

Ideal para grupos y familias, La Botana es de esos bares donde siempre hay ambiente y una barra repleta de pinchos que van cambiando durante el día. Su carta es enorme y puedes combinar tapas clásicas con opciones más modernas. Los pinchos de solomillo y las croquetas caseras son un acierto seguro. Además, el trato es muy amable y el local es amplio, así que es fácil encontrar sitio incluso en horas punta.
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Vermutería San Jaime

Un rincón pequeño pero con mucho encanto en el Paseo Mallorca, perfecto para los amantes del vermut y las tapas de toda la vida. Aquí triunfan las croquetas, la tortilla de patatas y las gildas, todo acompañado de una buena copa de vermut bien servido. La terraza es ideal para ver pasar la vida palmesana mientras disfrutas de un tapeo sencillo pero de calidad.
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Manto Negro

Situado muy cerca del Paseo del Borne, Manto Negro es uno de esos bares que sorprenden por su variedad y calidad. Sus croquetas melosas de ibérico y el pulpo a la gallega son de los más pedidos, pero también tienen hamburguesas y arroces para los que buscan algo diferente. El ambiente es animado y el local, aunque no es muy grande, invita a quedarse un buen rato.
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Beewi Paseo Mallorca

Beewi es sinónimo de tapeo moderno y ambiente joven. Con dos locales en Palma, el de Paseo Mallorca destaca por su terraza y su carta de cervezas artesanas. Sus tapas creativas y el variat mallorquín son un must, y si te animas, aprovecha la happy hour de cervezas a un euro. Perfecto para tardes de tapeo con amigos y para probar algo diferente sin perder el sabor local.
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Moltabarra

Un bar con personalidad propia en pleno centro antiguo, donde el colorido de la decoración y la variedad de pinchos te atrapan nada más entrar. Aquí puedes pedir desde huevos rotos con jamón hasta tostas de sobrasada, pasando por una selección de tapas que cambia según el día. Su carta de cervezas del mundo es otro de sus puntos fuertes. Siempre hay ambiente y es habitual encontrar música en directo o exposiciones.
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Ombu Tapas & Cócteles

En la preciosa Plaza de la Reina, Ombu es el paraíso de las tapas creativas. Aquí las patatas bravas llevan mousse de sobrasada y alioli al carbón, y los calamares a la mallorquina se reinventan en forma de croqueta. La presentación es tan cuidada que da pena romperla, pero una vez pruebas, repites seguro. Ideal para quienes buscan sorprenderse y disfrutar de un ambiente moderno en pleno centro.
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Vi Vermell Tapas

A un paso del Paseo del Borne y de la Catedral, Vi Vermell Tapas es un bar muy recomendable por su ambiente acogedor y su carta de tapas mallorquinas. No te pierdas sus croquetas, los huevos rotos con jamón y el pa amb oli. La terraza es perfecta para una comida tranquila y, de postre, puedes acercarte a la heladería de la plaza para rematar la experiencia.
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La Rosa Vermutería & Colmado

Uno de los bares más emblemáticos de Palma, donde el vermut y las tapas forman una pareja perfecta. El local, dividido en dos plantas, es ideal tanto para una cita romántica como para un tapeo informal. Te recomiendo la degustación de tapas (ensaladilla rusa, calamares fritos, croquetas) y, por supuesto, dejarte aconsejar por los camareros para elegir el vermut perfecto. El ambiente es siempre animado y la ubicación, en pleno centro, lo hace muy accesible.
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Bar España

Y llegamos al rey de las tapas en Palma: Bar España. Un bar tradicional, sencillo y siempre lleno, donde los pintxos de la barra vuelan y la tortilla recién hecha es casi un ritual. Los pimientos del padrón, las croquetas caseras y el jamón ibérico con pan de cristal son imprescindibles. El ambiente es muy local, con ese bullicio que solo se encuentra en los bares más auténticos. Si logras hacerte un hueco en la barra, disfruta del espectáculo de ver cómo se vive el tapeo en Palma.
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¡Ahora te toca a ti!

Espero que esta ruta te anime a lanzarte a descubrir los sabores y rincones de Palma de Mallorca. Si ya has probado alguno de estos bares, ¡cuéntanos tu experiencia! Y si conoces algún otro imprescindible que no esté en la lista, déjalo en los comentarios para que todos podamos disfrutarlo.

Como anécdota, te cuento que en Palma existe la costumbre de pedir un variat, un plato combinado de varias tapas, que nació para aprovechar los restos del día y se ha convertido en una tradición que no puedes dejar de probar. Así que ya sabes, ¡a tapear se ha dicho!